domingo, 4 de marzo de 2012

Carta Número 1.

Algunos clichés para empezar...

¿Cómo comenzar a escribir estas cartas? Infinitas y con muchos mensajes, a veces explícitos, a veces ocultos. No sabría decirte...

No tendré un estilo impecable de escritura, de hecho creo que he inventado un estilo, el "Chatting Style of Writting" ¿Te gusta? Se me acaba de ocurrir el nombre... Es un estilo sencillo, consiste en escribir como si se estuviese hablando, sentado en un café y relatando una historia a cualquier persona con la que te consigas o tengas sentada al frente. Es divertido la verdad, me gusta porque puedo divagar como yo quiera; hace poco estoy escribiendo artículos para una página web con este estilo y me ha ido bastante bien, al menos a los editores les gusta y yo me divierto. Jamás he sido alguien que disfrute demasiado del dinero, o de las formas de obtenerlo, sin embargo que me paguen por escribir es quizás la mejor cosa que me ha pasado últimamente.

Así es tu padre a la corta (cortísima) edad de 27 años. Lo de cortísima lo digo para no sentirme viejo, una especie de "reforzamiento positivo" como lo llamarían los maestros de hoy; al final tú tienes 5 y eso me hace sentir como un verdadero anciano, hasta me suenan los huesos cuando me acomodo en la cama al escribir con el computador en las piernas, eso tiene que decirme dos cosas, o que necesito ejercicio, o que mi edad está pegándome... En la mayoría de los casos, creo que son las dos alarmas juntas. Estas cartas no las leerás hoy, tal vez tampoco en 5 años más o en 10... Las leerás cuando sea el momento correcto y eso sólo lo sabrá Dios, como hoy sabe que es el momento indicado para empezar a escribirlas...

Te escribo mientras hago blogs para el diario al que le trabajo, escucho lo que Itunes me lance a los audífonos y comento cosas en la red social "Twitter". Sé que son muchas cosas al mismo tiempo, pero mi mente es demasiado inquieta, no me pidas menos.

Yo no quiero darte lecciones por acá, sería demasiado aburrido, quiero que las lecciones las saques tú, confío en que serás mucho más inteligente que yo, sobre todo porque eres mujer... Y ya es consabido que las mujeres nos llevan la delantera unos años en evolución. Algunos hombres me crucificarían por esto, aquellos pobres de alma que no se dan cuenta de su propia minusvalía, esos son los hombres que no importan, no cuentan y no son referencia para el mundo en el presente ni en el futuro, que ocuparás más tiempo que yo con toda seguridad.

He vivido demasiado rápido, para muchas personas al menos, esa es la percepción y dicen que "percepción es realidad" vivimos en una sociedad donde eres lo que los demás piensan de ti, lamentablemente, espero que esto cambie y aunque no tengo muchas esperanzas de que ese cambio venga pronto, espero que tú vivas para verlo. En fin, ya me fui otra vez del punto; decía que mi tiempo aunque corto, ha sido productivo, de muchas andanzas, desventuras y aventuras, éxitos y fracasos, de eso están llenos esta pila de años (para ti que tienes 5); tengo un pensamiento constante acerca de vivir rápido, ha sido emocionante, intenso, un caudal de experiencias y de aprendizajes, sin embargo, uno cree que el mundo puede acabarse hoy y al pasar los años te das cuenta que eso no sucedió y tú terminas más cansado (o cansada) que el resto de la gente que no le prestó atención a los rumores mentales de la adolescencia sobre el fin del mundo.

Todo tiene su lado positivo, he vivido más que muchos que tienen mi edad ahora, soy un viejo en horas porque no he perdido el tiempo, puedo decir con propiedad que conozco casi todos los "trucos" del circo social de la vida aunque a veces me deje engañar para no perder la capacidad de asombro; sin embargo, ¿qué tanto beneficio da conocer y saber que el "hecho social" es una falacia continua? ¿Un teatro andante? A veces uno quiere no tener tanta información, porque la decepción es mayor al saber que nada cambia, nadie se transforma y a nadie le importa.

No quiero que esta carta, la primera, esté llena de desesperanza, sí de realidades pero no de tristezas.. Por eso te contaré una rápida anécdota, que tiene que ver con mi pasado y mi presente y que hasta ahora tiene un final feliz.

Hace algunos años, 4 exactamente, se me ocurrió abrir una compañía productora de eventos, con una sola idea, íbamos a tener una mínima inversión en publicidad: El tiempo. Sólo íbamos a emplear tiempo en hacer publicidad a los eventos a través de una innovación llamada "Myspace". Para mí en aquel momento la publicidad más directa que podía existir. El "Myspace" era una red social donde muchos músicos, productores y periodistas del medio musical hacían vida, así como también muchos aficionados tenían sus perfiles donde colocaban la información que quisieran. Era sencillo, hacíamos un perfil de la compañía, agregábamos personas y publicábamos el evento para dar difusión. Jamás pensé que se vendería como se vendió... En la siguiente carta te explicaré paso a paso cómo se dieron los acontecimientos, es una historia muy larga e interesante, apenas tenías 2 añitos en este tiempo. Así comenzó mi "Trayectoria" como manager de redes sociales, un término que ni siquiera existía en aquel momento y hace muy poco que cobró vida; de hecho siempre me ha parecido un nombre que se inventó alguien (como el Chatting Style of Writting) y el resto de la gente lo acogió para darle un nombre a un oficio que consiste en sólo pensar, poder escribir lo que piensas y sobre todo, ser constante. Hoy en día eso, unos años después... me está permitiendo poder ir a visitarte pronto, allá, donde llegan las olas del otro lado del atlántico... Ese por hoy, es nuestro primer final feliz.

Tu Padre.
Alejandro Suárez Basso.

Hasta nuestra segunda Carta...


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